sábado, 18 de febrero de 2012

treinta y tres Saras


treinta y tres Saras aran jalan
el campo de hiedras piedras
despeñan puntadas son hadas
de pelo de alambre estambre
gimen en praderas
cavo hondo liminares pozos trozos
de goces insensatos de a ratos
me froto signos y líneas
me empañan me arañas los ojos
siento el relincho me cincho
el ahínco retrocede y avanza
clavas tu lanza en cabalgadura
que me galopa me ensopa
aguarda la montura dura
la pulpa cuaja
vienen vientos virales alazanes
y las treinta y tres Saras

el jamelgo me mira me estira
la grupa hocico feroz
donde abrevan jinetes sin estaca
afuera literas e hileras
de pasto montes de no sé
vengan a la cúpula
encierren el quejido herido
de los goznes insomnes
empalmen la arboleda
patas traseras se desuncen
un silencio pienso
arenga el balde de los sueños fresnos
frases aramos cómo podemos potreros
vienen vientos valientes cimientes
y las treinta y tres Saras

no distingo el matahambre hambre
la lengua surcos hirsutos
crudos filamentos se entroncan
ungüentos en la punta de la pezuña
jala atrapa sacapuntas
corifeo deseo
todos los cantos gerifaltes
y los escombros hombros
cansados de prados y laderas esferas
vamos a corrernos meternos
en la caldera jaca abrázame pélame
busco los escuálidos camalotes
convertidos en resortes recortes
de diario armario
vivifícame lame
mi drupa almendra rauda
de fango sangro
vienen vientos vísceras calambres
y las treinta y tres Saras

en el punto de encabalgamiento
siento tus puños de caballo sayo
el galope disloque
de cuentas ancladas
tierra luminaria de arrayanes
en montura de trote
vamos hacia allí fértil salud alud
de patas galope rompe
el paso sereno de ancas estampas
fuego elíseo en las trampas de ojos
suena el ruido descuido
apriétame rocíame rocín
paladín rocinante molino
trigo semillas se esparcen
flor de lis acabada zeitgeist
entre retruécanos de espuma
vienen vientos violentos telúricos
y las treinta y tres Saras

después revés trueque de espantos
levanto tu hocico suplico
tu orificio vitalicio mortuorio
estamos quizás látigos
de jaca jacarandá
pronuncia el verbo acerbo
de valientes unidos zumbidos
oídos zetas cometas
vuelo insurrecto
de este lado del río sigilo
muescas noche de filibusteros teros
cantan amanece el bulbo
suena amarillo grillo
cansino sin arpón jabón
lávate trompeta meta
embestidura baguales salen
enlazados alzados
en la voz de ahora
vienen vientos vitales sacudida
y las treinta y tres Saras



2 comentarios:

Paula Einöder dijo...

Terminé el 2011 escribiendo este poema, más largo de lo habitual, con gran carga lúdica, como un juego donde corro en campos semánticos y de gramillas, sin saber cuál es cuál.

Gustavo Esmoris dijo...

¿Una canción a la que todavía no le pusiste música, tal vez?